Menasalbas.
Se acerca ya la segunda edición de la marcha Cicloturista Menasalbas Montes de Toledo de Junio. Prevista para el 9 de junio. En el club queremos que sea una de las cicloturistas de referencia del equipo. Por la buena tunda que te pegas, el caldero final y porque nos toca la patata la prueba por el lugar y los organizadores. Hace una año fue la primera edición. Y ahí estuvimos. Vamos a contar nuestra experiencia. Y así os damos razones para hacerla por primera vez o para repetir.
Salimos hacia Menasalbas desde Madrid.
11 de junio de 2017. Quedamos en la puerta del garaje de Javi para cargar las bicis. Son las 7 de la mañana y hacen 19 grados de temperatura. La jornada pinta «épica». Ahí andamos montando las bicis en la baca.
Nos vamos a Menasalbas, el pueblo toledano (por eso nos toca la patata) de nuestro capitán, Alfredo Solano, un crack en todo aquello en lo que se mete.
Hace tiempo que nos comentó la posibilidad de hacer una cicloturista que estaba organizando el club de ciclismo Los Indianas, al que pertenece su padre, Pedro, y que ojo, anda muy fino él y sus colegas de grupeta en sus bien entrados los sesenta, repartiendo cera de la buena día tras día.
El día anterior, Alfredo se había llevado cuatro bicis y las tenía preparadas en Menasalbas, la localidad de Toledo donde comenzaría la cicloturista. Por supuesto, Alvarito, otro fenómeno y sobre todo, gran personaje del club, llega un poco tarde porque «he calculado lo que tardabais en montar las bicis y para qué iba a llegar antes» (siempre con su sonrisa).
Atención: Flashback!!
Unas semanas antes del 11 de junio de 2017… Sonrientes andábamos a las 9:00 de la mañana Alfredo, Pedro, y yo recorriendo la parte más dura del recorrido de la cicloturista (en teoría, porque lo que nos saltamos ese día el día de la prueba fue tela marinera también como os contaré).
Un día de sol y calor soportable con una tirada de 110Km que nos permitió recorrer los dos puertos de segunda que componen la parte clave de la cicloturista. Uno de ellos, la subida al Alto del Robledillo, 5,2 km de rampas con un 7% de pendiente media y sobre todo… ni una sombra con pendientes durillas y sobre todo, calor húmedo en todo el ascenso que ya ese día dejó entrever que ese puerto, con 130km en las piernas y un sol justicia toledana tenía su aquel… y sólo hacían 22 grados al sol.
¡Fin del flashbak! Volvemos al garaje de Javi…
Partimos al alba, Chema, Javi, Rubén, Alvarito y yo. En formación cerrada, dos turismos circulando a ras de suelo para evitar radares enemigos (realmente no vamos ni a 100 por la baca jajajaj), directos por la A42 en dirección a Toledo. Nos esperan para la salida y a pesar de haber quedado pronto, vamos justos de tiempo. Está más lejos de lo que habíamos previsto y la velocidad media no ayuda.
Efectivamente, llegamos más que justos. Alfredo y su padre nos reciben manos en alto con un «¡¡ale ale que no llegamos, arreando!!» Por suerte, alguien pagó una propina a Alfredo y nos montó todas las bicis y dorsales el día previo. Pensamos que fue Alvarito, que es muy de propinas para que le hagan las cosas. Para más inri, llevábamos el dorsal de unos compañeros de salidas de fin de semana… a los que entregamos su dorsal a las 8:59 en la cola de salida de la marcha (estos no nos saludan más).
Llegamos por los pelos y al minuto de colocarnos en la salida la carrera empieza. Mi primera cicloturista y yo, con algún que otro nervio de ver tanta bici junta saliendo a la vez y con las calas de los domingos puestas. Ya hace calor, 24 grados y son las 9 de la mañana. Imaginamos un final calentito, a la parrilla hacia las 14-15 de la tarde.
Primera Marcha Cicloturista de Menasalbas Montes de Toledo
La carrera consiste en un recorrido de 152 Km, 2.000m de desnivel acumulado, con varios ascensos pronunciados y dos puertos curiosos, uno de ellos, el último, el alto del robledillo que antes mencionamos, como el único segmento cronometrado (el ascenso) y con premios. La prueba se puede dividir en tres tramos. Uno inicial hasta San Martín de Pusa, donde predomina el descenso interrumpido por subi-bajas y tres repechos de importancia y los dos puertos con sus correspondientes descensos hasta llegar a meta poco despu
Primer tramo hasta San Martín de Pusa
El circuito de inicio es un ascenso sostenido de unos 6Km con algunas pendientes de hasta el 6%. La cosa empieza fuertecilla, con grupos que empiezan a tirar hacia adelante y toca no quedarse descolgados.
Tras ese primer inicio, toca un terreno predominantemente cuesta abajo, unos 30 kilómetros con subi-bajas en algún momento y una pendiente media en todo el tramo que no llega al -1%. La cosa empieza fuerte, grupetas de a 38-40km/hora de media con tirones en los que si te quedas fuera, hay que echar riñones, y alguno echamos, para incorporarse. La intención desde inicio es hacer la carrera juntos (hoy estamos 6 del equipo) y en el tramo cronometrado echar el resto quien pueda quiera. Nada más lejos de la realidad, ya hemos perdido a Alvarito y acabamos de empezar. No sabemos dónde anda. Con estos ritmos y en la parte de la cicloturista en la que estamos luego pueden empezar los lloros. Noto que algo le pasa a mi rueda de atrás. Le pregunto a Alfredo, no parece pinchada. Seguimos.
Llegan las primeras rampas en San Martin de Montalbán. Un tramo de unos 7Km con pendiente media del 2% y donde nos encontramos un par de bromas al 6% en los que se sube a ritmo sumando desgaste y no llevamos más que el 25% de la carrera. Tras las rampas falso llano y… una bajada espectacular hasta Villarejo de Montalbán, donde se pueden alcanzar buenas velocidades, en algún punto hasta los 63km/h (algunos de mis compis más). Chema is missing (ojo con Chema, que se acaba de comprar la bici hace unas semanas y ha hecho salidas con un total de Km menor de lo que va a hacer hoy en un día).
Antes de entrar a Villarejo te encuentras con un repecho majo y a la salida un remonte bien bueno 3km con una pendiente media del 3,6% que no está nada mal con su correspondiente descenso hasta San Martín de Pusa, punto más al Norte de la carrera y con 60km de carrera ya completados. Se acabó «lo bueno».
Ascenso del Risco de las Paradas. Un continuo ascender y ascender.
Estamos alrededor del kilómetro 62 de carrera. El ascenso acaba en el 93km. Todo el tramo es de ascenso general, con el inicio del puerto en el kilómetro 87, en Navahermosa.
Nos metemos en faena. Un ascenso sostenido con sus ya 28 graditos calentando el ambiente. Pasamos los Navalmorales y seguimos de ascenso hasta las inmediaciones del monte Nevada, donde un pequeño descenso nos da un alivio de los 31 grados de temperatura que marca en este punto a las 11:45. Tras el descenso, rampita de 3km con un 3% de media al canto hasta alcanzar el alto de Villarejo y tras la bajada del mismo llegar a la parte baja del puerto del Risco de las Paradas. Marcan ya 32 grados a la sombra.
Empieza el ascenso y ya veo que no voy bien. Algo falla. Poca fuerza, posiblemente ya empiezo a pagar los ritmos de la primer parte y sobre todo una mala gestión de la nutrición en carrera. En este punto, nos hemos quedado solos Alfredo y yo. Rubén y Javi se han quedado un poco atrás, pero pensamos reagruparnos en el avituallamiento que está en la cima del puerto, pensando además en recuperar a los perdidos por el camino Chema y Alvarito.
Me quedo sin agua. Solo he traído una botella (¿en qué estaba pensando?) y además sólo tengo barritas que me parecen a estas alturas polvorones. Lo estoy haciendo mal con la hidratación en esta y otras salidas y voy a tener un susto por exceso de confianza.
Puerto sin agua. Alfredo me mira con gesto de «madre de dios que glovero» y me pasa una de sus botellas de agua salvadoras. La cojo con tal fuerza que doblo el fondo del bidón prácticamente. Subo como puedo con un pequeño blanco. donde se me aparece hasta la niña de la curva. Eso sí, vistas y entorno acompañan para bien. Alfredo se distancia un poco, va muy sobrado, además de haberme esperado en el ascenso y sube con mejor ritmo. No le ganamos ni a las chapas. Me parecía que iba a llegar mejor a la prueba, pero veo que no. El año pasado por estas fechas andaba bastante mejor, pero no ha sido el mismo año de entrenamientos y se nota.
Cima alcanzada: 400 metros de ascenso desde la base con un 4,5% de pendiente media y con 34-35 grados a la sombra en el ascenso. Este es el puerto blando. Cota 1016 metros sobre el mar en el que nos gustaría estar con una cervecita bien fresca.
El avituallamiento me lo tomo como un día en la piscina, con todo el tiempo necesario, un oasis dentro del pequeño infierno que estoy pasando, no me pongo chanclas porque no las llevo… pero sin que se note mucho, hay que mantener la compostura pero estoy tocado y queda lo peor. Esperamos a que llegue Rubén un poco por detrás y nos reagrupamos. Javi prefiere beber algo rápido y continúa hacia adelante. Caras de sufrimiento en todos (menos Alfredo, que habla con algún parroquiano conocido) el calor hace mella. ¡Y esperando al descolgado Chema aparece Alvarito justo cuando nos íbamos! La mirada de Alfredo le delataba: vamos vagoneta… ¿dónde estabas? 🙂 Pinchazo nada más salir nos cuenta y le ayudaron a cambiar la cámara.
Chema no aparece, pero es que ojo, primera cicloturista tras montar dos veces en su novísima bici de carretera. Una tirada de 16Km y otra de 70Km. Pero teniendo en cuenta que sin entrenar bien se casca una maratón en 3:20. Pues el animalito promete. Alvarito se queda para ver si se agrupa con Chema.
La bajada del puerto es espectacular. Vistas espectaculares y velocidades peligrosas. Yo con más miedo que vergüenza, soy más bien malo y bajo a mi ritmo y la rueda de atrás… confirmo que tiene algo porque suena algo rítmicamente. Por cada giro de rueda un chasquido, supongo que será algo pegado que roza al pasar por los frenos.
Llegamos a Navas de Estena. Km 110 de la carrera y fin del segundo tramo y 34 grados así de buena mañana.
Aproximación al Alto del Robledillo y ascenso.
El calor aprieta. Hasta llegar al inicio del puerto faltan 22 kilómetros en los que destaca un paisaje abierto con los montes de fondo, calor abrasador y un ascenso continuado en el que hay un repechón intermedio antes de Retuerta del Bullarque con algún segmento con hasta el 5% de pendiente. Aquí nos encontramos con Javi, que nos da el paso al Alfredo, Rubén y yo.
De nuevo sin agua y Alfredo que esta en todo… pues me deja. Malas sensaciones en todo este tramo hasta llegar al cruce donde espera un segmento de 5km con una pendiente sostenida del 2,5-3% donde Alfredo se descuelga y nos quedamos Rubén y yo hasta llegar al inicio del puerto del Alto del Robledillo. Un tramo de 5Km de curvas serpenteantes y con un 7% de media y rampas de hasta el 10-11%. En la base del puerto hay un avituallamiento, yo me quedo refrescándome tranquilamente y Rubén sigue para adelante tras beber algo. Hablamos ya de 37 graditos a la sombra.
Arranco de nuevo, un poco de bajón, porque esperaba llegar mejor a la cicloturista. Puerto con sufrimiento, con una rampa inicial de aupa y mucho mucho calor sin sombras. Las curvas cerradas con sus 11% de pendiente muy ricas. Alcanzo en el ascenso a Rubén pero la cosa no mejora, llevo los cuádriceps my cargados y amenazan con quedarse tiesos si se me ocurre ponerme en pié en la bici. Así que tiro de riñón y se sube. No os cuento como recibí el avituallamiento de la cumbre jajajaaj. Se sube a 13,5Km/h de media, los bicharracos lo subieron a 21Km/h :O
Pues no queda desde aquí más que disfrutar de la bajada (con cuidado) porque hay alguna curva bien cerrada y llanear hasta la meta. 10km de bajada fuerte pasando por San Pablo de los Montes y directos para Menasalbas.
Llegada a Menasalbas y caldereta.
El tramo final, 8 kilómetros de llaneo, un repechón intermedio y bajada le dimos fuerte, animados con el fin inminente de la carrera y cogimos de nuevo ritmo fuerte. Entramos en meta Alfredo, Rubén y yo. Poco después Javi, seguido de Alvarito y más rezagado un descompuesto Chema (normal), que ha aguantado esto como no lo hubiese hecho nadie en su sano jucio, de chapeau. El último tramo me ha animado el cuerpo. Bajo de la bici mejor de como he estado en la mayor parte de la carrera.
Nos espera una tremenda caldereta. Buenísima de verdad, que entró como la seda, plato sí y plato también. Unas cervecillas frías y mucha anécdota de carrera. Efectivamente comprobé que algo le pasaba a la rueda trasera: la cubierta estaba deformada hacia un lado en una zona, completamente rasgada y dejaba entrever la cámara. En fin. Tuve suerte porque anduve así unos 120 km desde que noté que pasaba algo.
Cicloturista de Menasalbas en resumen.
Carrera muy chula. Paisajes bonitos. Ascensos duros pero llevaderos para alguien que haga salidas los fines de semana. Eso sí, calor abrasador (también es verdad que nos cogió la ola de calor de 2017), por lo que en la nueva edición, la salida va a ser una hora antes y se van a poner más avituallamientos, que no estuvieron mal, pero que se echó alguno de menos para repartir más el consumo de agua. El premio final de 10. Una caldereta de esa calidad realizada para 500 comensales… muy muy bien. El equipo, pues genial, que voy a decir yo de esta gente nada más que son unos compañeros cojonudos.
Repetimos.
Andrés Toledo
Anexo de datos.
Strava de la carrera y nuestro equipo
Aquí tenéis el análisis de STRAVA desde mi dispositivo GARMIN 520
Datos de recorrido de los miembros TRIBOOST.
Flyby de STRAVA Cicloturista de Menasalbas Montes de Toledo
Aquí podéis ver a todos los miembros del equipo y muchos otros participantes
Datos de potencia de mi prueba según Strava.
Datos de zonas de trabajo.